Autoconocimiento, Emociones, Salud Mental, Terapia

¿La envidia tiene alguna utilidad? Entiende esta emoción.

La envidia es esa emoción que todos hemos sentido alguna vez y que, a menudo, nos cuesta aceptar. Nos han enseñado que es “mala”, que nos convierte en personas “retorcidas” o incluso “acomplejadas”. La sociedad la reprime, nos obliga a esconderla y nos sentimos culpables por experimentarla. Pero, ¿y si te dijera que la envidia no tiene nada que ver con ser mala persona? Y que, en realidad, puede ser una aliada si aprendemos a gestionarla correctamente.

En este artículo, quiero invitarte a descubrir qué es la envidia, por qué la sentimos y cómo podemos usarla a nuestro favor. Porque la envidia no es tu enemiga, aunque no te guste nada cuando aparece.

Imagina que una amiga consigue algo que tú llevabas deseando mucho tiempo. De repente, sientes esa punzada incómoda, como una especie de vacío. ¿Cómo reaccionas?

  1. ¿La reprimes y finges que todo está bien?
  2. ¿Te dices a ti misma que “no te importa”, pero por dentro hay algo que te corroe?
  3. ¿Te atreves a aceptar lo que sientes y usarlo como una oportunidad para entenderte mejor?

Esta situación que te planteo es complicada, porque puedes sentirte muy culpable por no estarte alegrando de tu amiga y a la vez notarte crispada/o. Lo que desde luego no será justo o útil es que te machaques o te alejes de ella por ser mala compañía mutua (romper la relación siempre será una opción si se vuelve insostenible, pero antes de eso puedes intentar otras cosas).

La envidia, en su esencia, es un reflejo de nuestros deseos no cumplidos. Es una emoción que nos informa de qué nos falta o qué anhelamos profundamente. No tiene la intención de que deseemos el mal a otra persona, ni mucho menos. Lo que pasa es que nos recuerda que hay algo que no hemos alcanzado.

Lo interesante de la envidia es que nos ofrece una pista sobre lo que realmente queremos, lo que nos duele y lo que necesitamos. ¿Qué pasaría si, en vez de huir o negar la envidia, la aceptáramos y la usásemos para aprender de nosotros mismos? Quizá hay cualidades en ti que querrías potenciar y lo has ido posponiendo, y verlas en otros te escuece (creatividad, ligar, estar más activ@…). Puede que la envidia en este caso te empuje a trabajar en ti de una vez por todas para que te sientas mejor contigo. Quizá hay metas que en tu caso te está llevando más tiempo alcanzar, y no pasa nada. Se trata de ser realistas con nuestra situación y tolerar la frustración de que haya ritmos distintos para cada persona. O quizá, hay ciertas cualidades o hitos que no puedes alcanzar y necesitas elaborar un duelo, despedirte (has decidido dejar una oposición, rasgos físicos…). En ningún caso será mejor tapar eso y «pagarlo» con la otra persona.

Así que, si alguna vez te has sentido acomplejada o incómodo por sentir envidia, si has pensado que esa emoción te hacía menos, el nuevo episodio de #Atusaludmentalpodcast es para ti. Vamos a ver cómo transformar esa incomodidad en algo positivo, cómo aceptarla y, sobre todo, cómo usarla para seguir adelante. Te espero 🙂

Natalia de A tu salud mental.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *