“No sé qué me pasa hoy”, “No me gusta sentir esto que estoy sintiendo”, etc… Son algunas frases que podemos escuchar o decir casi a diario. Las emociones son un tema del que se está hablando cada vez más, sin embargo, muchas veces desconocemos su verdadero significado, y nos cuesta identificarlas y gestionarlas de manera saludable. En este artículo, exploraremos las funciones de las emociones, destaparemos algunos mitos comunes sobre ellas y te daré alguna recomendación para que aprendas a relacionarte con ellas de una forma más saludable.
Y si quieres profundizar, te invito a escuchar el episodio completo de #AtusaludmentalPodcast
¿Por qué nos cuesta tanto gestionar nuestras emociones?
Las emociones forman parte de nuestra vida desde que nacemos, pero durante generaciones no se les ha dado la importancia que merecen. Muchas veces, en nuestra infancia, hemos recibido mensajes como «no llores», «no te enfades» o «no seas tan sensible», lo que nos lleva a reprimir lo que sentimos en lugar de comprenderlo y aceptarlo. Sin embargo, las emociones no desaparecen si las ignoramos, al contrario, se intensifican y se cronifican.
Sencillamente, una emoción es una reacción de nuestro cuerpo ante algo que ocurre dentro o fuera de nosotr@s. Para relacionarnos mejor con nuestras emociones, hay dos puntos clave que debemos tener en cuenta:
No hay emociones buenas o malas: Aunque algunas sean más agradables que otras que sentir, todas cumplen una función para nuestro organismo.
Las emociones reprimidas se quedan incrustadas, no desaparecen.
¿Cuáles son las emociones básicas y para qué sirven?
Existen emociones primarias que todos los seres humanos experimentamos. Son las siguientes:
Alegría: Nos ayuda a conectar con la vida y a valorar lo que nos rodea.
Tristeza: Nos permite reflexionar, pedir ayuda y procesar las pérdidas.
Miedo: Es una alarma que nos protege de posibles peligros.
Enfado: Nos indica cuando nuestros límites han sido traspasados y nos impulsa a defendernos.
Asco: Nos protege de sustancias, alimentos o situaciones que pueden ser perjudiciales.
Otras teorías también incluyen la sorpresa como emoción básica, cuya función principal es preparar a nuestro cerebro y cuerpo para responder rápidamente a un estímulo inesperado. Su propósito es ayudarnos a adaptarnos a situaciones nuevas o desconocidas.
3 mitos sobre las emociones que debemos dejar atrás…
«Las personas emocionales no son racionales»: Sentir y razonar no son opuestos, sino complementarios. La razón nos ayuda a guiar nuestras emociones, y estas nos proporcionan información valiosa sobre nuestro bienestar.
«Debemos controlar nuestras emociones en todo momento»: No podemos evitar sentir, pero sí podemos gestionar cómo reaccionamos ante lo que sentimos.
«Expresar las emociones nos hace débiles»: La vulnerabilidad es una fortaleza que nos permite conectar con los demás y con nosotros mismos. A todos nos gusta rodearnos de personas honestas e imperfectas, que muestran sus logros pero también sus inseguridades y miedos.
¿Cómo identificar nuestras emociones?
Si alguna vez te has sentido confundido sobre lo que estás sintiendo, hay herramientas que pueden ayudarte:
La rueda de las emociones: Es un recurso visual que te permite identificar con precisión lo que estás sintiendo.
Preguntas de autoexploración:
¿He sentido esto antes? ¿Cómo lo llamé en otras ocasiones?
¿Qué siento en mi cuerpo ahora mismo?
¿Qué ocurrió antes de sentirme así?
Si mi emoción pudiera hablar, ¿qué diría?
¿He sentido esto antes? ¿Cómo lo llamé en otras ocasiones?
Escuchar a tu cuerpo con más frecuencia te dará mucha información y te irá acostumbrando a familiarizarte con tus emociones. Responder también preguntas como las que te propongo te ayudará a comprender mejor lo que te ocurre.
Como conclusión…
Alejarse de las emociones no es la solución ya que siempre van a estar acompañándonos. Vivir nos hace reaccionar, y ello provoca diversidad de emociones. No eres débil por sentir, como te digo, sentir es una prueba de que estamos vivos.
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.